lunes, 28 de julio de 2014

                                  V u d ú          


También llamado el culto de la serpiente, pues en África era la religión de la tribu Dahomey, que pasó a ser estado a fines del siglo XVIII, Los vuduistas adoraban una serpiente dentro de una jaula, no como la divinidad en sí sino como una representación de un principio de carácter divino.
Llega a nuestro continente con los africanos traídos como esclavos, los que en su mayoría fueron desembarcados en Haití, costa sur de EEUU y norte de Venezuela y otras islas caribeñas.
Esta religión muchas veces practicada pero no siempre dominada posee un increíble panteón de espíritus, dioses o loas los que son convocados por los sacerdotes durante los rituales, en la versión francesa los que manejan los rituales son llamados Papalois  y Mamalois en el caso femenino , y en la lengua afro, sus nombres son Hungham y Mambo para las sacerdotisas.
Los dioses principales de esta fe son:
Damballa-wuedo; simboliza la serpiente
Aiyido-wuedo; el arco iris
Legbá; Dios de las encrucijadas
Agbeto; Dios del mar
Pié jupité-tonné; Dios del trueno.
Zó; Dios del fuego.
Avlejete; Diosa del mar
Hoho; son Dioses de los gemelos también llamados Marassa
Existen además dioses como Loi ogun, Hogú Changó, Hogú obabá lá etcétera.
Pero cual es la causa principal por la que muchos le temen y ven como infalibles sus trabajos, los “Zombis”, esta sola palabra basta para asustar al más incrédulo.
Según cuenta la historia, los hechiceros estaban en búsqueda de un alucinógeno que les permitiera un estado de trance superior a lo conocido para lograr una mejor comunicación con sus dioses, fue así que descubrieron una hierba que al ser aspirada provocaba un estado de catalepsia en el individuo.
Otro de los motivos de temor es la operatoria del ritual para causar daños, durante la noche pintan en la entrada del lugar figuras correspondientes al Loa o espíritu invocado, junto con algún tipo de reptil con un puñal clavado en su cuerpo. También pueden ser muñecos fabricados en barro de cementerio o con ropas de la víctima.
Por lo que podemos ver, eran trabajos destinados a atacar la psiquis de la víctima, pues luego de encontrar estas cosas en la puerta de su casa todo lo que ocurriera se lo adjudicarían  a el terrible poder de la magia Vudú.
Años atrás, en oportunidad de asistir a un seminario sobre religiones y creencias caribeñas uno de los disertantes comenzó diciendo “En mi país, (Haití) el 60% de la población es católica y el 40% protestante, pero el 100% practica Vudú”. Esta frase está grabada en mis oídos y sirve para comprender parte de la historia de este pueblo en su mayoría descendiente de esclavos.
Cuando los franceses desembarcaron en la isla, debieron afrontar acontecimientos inesperados a partir de la fuga de uno de los esclavos cuyo nombre era Hungam. Este se interno en la selva y desde allí, en el silencio de la noche, hacia sonar troncos de madera a modo de tambor, enviando mensajes al resto de su tribu incitándolos a la fuga, varios lograron escapar y noche a noche los tambores se iban multiplicando y el grupo ya era conocido como  “Los Hungam”, denominación que hoy ostentan los sacerdotes de Vudú.
Además de ese verdadero calvario nocturno, los franceses encontraban diversas ofrendas con animales muertos y trabajos cada vez más cerca de sus cuarteles y plantaciones  y si a esto le sumaban las picaduras de insectos y serpientes que acarreaban fiebres y muertes era lógico que todo se lo atribuyeran a “Los Hungam”.
La población civil, fue la primera en abandonar la isla, lo que motivó también que se redujera el número de tropas lo que permitió a su ves, una mayor fuga de esclavos, los que formaron lo que hoy podríamos llamar un estado independiente
¿Fue debido al poder de la magia Vudú?, particularmente opino que sí en un 40%, el esto fue el miedo y el terror de los civiles, que luego influyó también en la mente de los soldados, esta batalla fue muy desigual, no había un enemigo visible a quién enfrentar, pero sí existía el miedo al ver morir a un compañero de una forma extraña, extraña porque no conocían las fuerzas de la naturaleza, no conocían la selva ni los peligros que ella encierra.
Como la gran mayoría de las religiones de hoy, el Vuduismo posee una gran cantidad de Loas, para el trabajo, el amor, la salud, etc., para realizar un encantamiento Vudú, es imprescindible conocer como combinar el nombre de las entidades auxiliares con la que se utilizará para trabajar, además conocer de memoria el engorroso diagrama que hay que dibujar para llamar al Loa correspondiente, como sí también cual es el día de la semana en el que impera dicho Loa y también cual es la fase lunar que se debe aprovechar.
Como podemos ver, practicar Vudú no es solamente pinchar un muñequito, por lo que afirmo que la religión Vuduista puede ser practicada por muchos, pero manejada por unos pocos.
En mi caso, conozco el Vudú por haber leído, nunca lo practiqué pues un de mis maestros dijo:”No movilices energías que no tengas la seguridad de poder manejar, el mundo de los espíritus es como un león, bello, imponente, majestuoso pero peligroso”.








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